El mes de mayo está consolidando un cambio de condiciones muy marcado, prácticamente sin escalas desde el verano hacia el invierno. La primera mitad del mes estuvo dominada por temperaturas elevadas y una persistente circulación de viento del norte, lo que generó una sensación térmica propia de los meses cálidos. Esta situación cambió abruptamente con el temporal reciente, que dio paso a una baja generalizada en las temperaturas y permitió el ingreso de una masa de aire más fría.
#PronósticodelTiempo
— Meteored.com.ar (@MeteoredAR) May 22, 2025
Inestable en el norte argentino. ️Alerta por #tormentas matinales en el este de Formosa y norte de Misiones.
️El resto del país con tiempo estable y soleado.
Ambiente gélido con heladas en la Patagonia.
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Si bien las marcas térmicas descendieron hacia valores más típicos del otoño, incluso levemente por debajo de lo normal, el panorama vuelve a modificarse. En el horizonte ya se perfila una nueva irrupción de aire frío, esta vez con características invernales. Se trata de una masa de aire de origen polar que se prevé que afecte a gran parte del país a partir de mediados de la próxima semana, generando un brusco descenso térmico.
Entre el miércoles y el jueves, se espera que esta ola polar avance sobre la zona central y el norte del territorio nacional, provocando heladas de distinta intensidad. Las regiones más afectadas por el frío serían la zona Pampeana, el norte patagónico y la región de Cuyo, donde las temperaturas caerían a valores más típicos de junio o julio, reforzando el carácter invernal de esta segunda mitad del mes.
Antes del ingreso pleno del aire polar, se prevé una etapa de inestabilidad que comenzará a sentirse durante el fin de semana. El sábado podría registrarse el desarrollo de lluvias y chaparrones en el norte de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, los modelos actuales muestran una tendencia a la baja en cuanto a los acumulados esperados para esa región, lo que podría aliviar parcialmente la situación en áreas que vienen muy afectadas por excesos hídricos.
En cambio, el noreste argentino será una de las regiones más comprometidas por la actividad convectiva. Para el sábado, el Servicio Meteorológico Nacional ya emitió una alerta por tormentas fuertes que podrían dejar acumulados de entre 20 mm y 70 mm, acompañadas de ráfagas de viento, caída de granizo, intensa actividad eléctrica y una persistente inestabilidad a lo largo de la jornada.
La situación no se limitará al sábado. Entre el domingo y el martes, la franja este del país, incluyendo a Buenos Aires y al litoral, seguirá bajo condiciones de inestabilidad, con eventos de lluvias y tormentas de variada intensidad. Esta seguidilla de fenómenos marcará el paso previo a la irrupción del aire polar, que establecerá un nuevo patrón térmico.
El comportamiento meteorológico en este mes de mayo refleja una transición extremadamente dinámica. En menos de tres semanas, el país pasó de condiciones calurosas y vientos del norte a una etapa de inestabilidad, lluvias y un posterior descenso térmico a niveles otoñales. Ahora, el escenario da un nuevo giro con la llegada de un aire frío polar que podría consolidar un patrón más propio del invierno.
Este tipo de transiciones no solo afectan a las zonas urbanas por el cambio de hábitos y consumo energético, sino que también impactan de forma directa en la actividad agropecuaria. Las heladas pronosticadas podrían condicionar las tareas de cosecha, especialmente en las regiones pampeanas y cuyanas, donde los valores térmicos serán más extremos.
En este contexto, el seguimiento diario de los pronósticos y alertas cobra especial importancia para anticipar decisiones. Lo que resta de mayo se perfila como un periodo de contrastes marcados, donde la planificación deberá adaptarse a un clima que parece decidido a mostrar todo su repertorio en cuestión de días.