El Sosneado es uno de los rincones menos explorados pero más curiosos de la provincia de Mendoza: ofrece una experiencia auténtica que combina la majestuosidad de la Cordillera de los Andes, la rica historia de sus antiguos habitantes y la promesa de emocionantes aventuras al aire libre en un destino remotamente imperdible.
Para aquellos viajeros que buscan conectar con la esencia más agreste pero también fascinante de la provincia, esto es todo lo que tienen que saber sobre el turismo en la zona: cómo llegar a El Sosneado, cuándo es la mejor época para visitarlo, qué hay de sus termas curativas y cómo experimentar sus senderos volcánicos.
A lo largo y ancho de su territorio, Argentina cuenta con una gran variedad de destinos óptimos para sumergirse en el turismo termal. Si bien la escena paisajística varía dependiendo de la ubicación geográfica y latitud en cuestión, podemos decir que El Sosneado es uno de esos lugares que ofrece una experiencia única de relajación y rejuvenecimiento en un entorno natural impresionante, combinando paisajes y bienestar como pocas ubicaciones lo hacen.
Las Termas El Sosneado son un complejo termal ubicado en la provincia de Mendoza, en el corazón de la Cordillera de los Andes: se encuentran a unos 140 km al sur de la ciudad de San Rafael, sobre plena Ruta Provincial 220, y a una altitud de 2.180 metros sobre el nivel del mar.
Por hacer un repaso en su historia, las Termas de El Sosneado fueron parte de un lujoso hotel inaugurado en 1938 que contaba con una pileta termal al aire libre, alimentada por aguas sulfurosas provenientes del volcán Overo. A pesar del cierre definitivo y abandono del hotel a partir de 1953 debido a la falta de rentabilidad y el aislamiento, las aguas termales siguieron fluyendo en la zona.
Así, a su entorno paisajístico y la sensación de relajación en medio de la montaña por tratarse de una ubicación remota, hay que sumarle también las propiedades terapéuticas de las aguas termales naturales: relajación muscular, alivio del dolor, mejora de la circulación, desintoxicación, mejora de la salud en la piel, reducción del estrés y la ansiedad, entre otras.
Además de sus atractivas y sorprendentes termas, El Sosneado se presenta como un punto estratégico e imperdible para descubrir en la provincia de Mendoza dada su ubicación como puerta de entrada a la alta montaña: es esto mismo lo que le otorgó un rol clave en la historia de la exploración andina, posicionándose en la actualidad como un paraíso para los viajeros más aventureros.
Algunas de las experiencias para elevarse algunos metros por sobre el nivel del mar incluyen:
Además, coronada por la presencia de tres lagunas, a esta zona hay que sumarle también la iración de estos espejos de agua: la Laguna del Sosneado, que es la más cercana; la Laguna del Atuel, que se encuentra bastante más hacia el oeste y la Laguna del Diamante, ya situada en el departamento de San Carlos.
Para visitar y explorar este destino hay que dirigirse hacia la provincia de Mendoza: para llegar desde distintos puntos del país, una de las alternativas más frecuentadas es volar hacia su Aeropuerto Internacional El Plumerillo. Luego, el a El Sosneado y sus llamativas termas se hace por la Ruta Nacional 40, a una distancia de 275 km de la ciudad de Mendoza.
Si bien este destino ite turismo durante todo el año, teniendo en cuenta consideraciones sobre el clima y las particularidades propias de cada estación, la mejor época para visitar la zona de El Sosneado y disfrutar tanto de sus termas curativas como de sus senderos volcánicos es entre los meses de octubre a abril, coincidiendo con la primavera y el verano austral, precisamente cuando el clima en la región se caracteriza por ser templado y seco.
Es importante tener en cuenta que, durante el invierno, el puede ser complicado debido a la nieve y el barro, por lo que se recomienda verificar las condiciones de los caminos antes de planificar el viaje.