La Capilla San Bernardo, bautizada así en conmemoración al santo patrono de la localidad cordobesa que la acoge, de Nicolás Campodónico es uno de los ejemplos por excelencia de una arquitectura singular que combina elementos de estilo gótico y renacentista. Su particularidad y excepcionalidad la presentan como todo un gran atractivo para conocer en la provincia ubicada en el centro geográfico del país.
Con un diseño detallado y construcción meticulosa por parte de este arquitecto rosarino, la ermita sienta sus bases en un entorno donde la naturaleza impone sus condiciones y se convierte en una joya arquitectónica a la altura de grandes premios internacionales.
La Capilla San Bernardo de Nicolás Campodónico es un spot con una superficie cubierta de 92 m2 e interesante para visitar por varias razones entre las que se destacan, principalmente, su arquitectura única, su belleza y tranquilidad interior como en pocas construcciones de este estilo es posible encontrar, y su importante patrimonio para la región.
Asimismo, para aquellas personas que profesan la religión católica, la Capilla San Bernardo es un lugar de culto y devoción emocionante: los visitantes pueden participar en servicios religiosos o simplemente disfrutar de la atmósfera espiritual del lugar.
Si bien es un patrimonio histórico que remonta su construcción al siglo XIX, la Capilla San Bernardo de Nicolás Campodónico es un verdadero ícono de la arquitectura moderna. Entre las distinciones y premiaciones internacionales más destacadas en materia de arquitectura que ha recibido se lucen:
Como mencionamos anteriormente, la Capilla San Bernardo de Nicolás Campodónico está ubicada en la llanura pampeana, precisamente en la localidad de La Playosa, situada en el departamento General San Martín, al este de la provincia de Córdoba y en un entorno natural rural al cual se llega mediante la Ruta Nacional 9 - Autopista Rosario-Córdoba con salida hacia Villa María/Las Varillas.
Luego, en dirección a la Ruta Nacional 158 se debe continuar camino hasta llegar a La Playosa, este pequeño pueblo formado por no más de 3.000 habitantes y 770 hogares.
Por su parte, la construcción de esta ermita, cuya bóveda de media naranja del interior se inspira en la de los hornos de carbón tradicionales, está presente en un pequeño monte de árboles, originalmente ocupado por una casa rural y sus corrales, ambos desmantelados para reutilizar sus materiales.
El volumen de la capilla se abre en dirección a la puesta del sol captando la luz natural del atardecer en el espacio interior: por esta razón el lugar es conocido por ser una ermita con luz propia.